miércoles, 21 de agosto de 2013

breve desastre

-¡qué mal hueles! ¿no te has duchado?
-no. pero así, aunque pienses que la culpa de que esta noche tampoco follemos siga siendo mía, al menos la excusa de hoy no me duele.

domingo, 4 de agosto de 2013

un paseo por el bosque

ando despacito, descalzo, la piel de mis pies acariciando la hierba y la tierra, la humedad del rocío está fresca. en un ratito, el sol lo calentará todo, la tierra arderá y las briznas rasparán en lugar de lamerme con sus mojadas lenguas. la cabeza gacha, el silencio casi eterno. las copas de los árboles comparten la sombra del mundo antes de convertirse en escudos contra la luz. quiero quitarme más que los zapatos. sentir la gravedad en cada paso y dejar fluir hacia abajo todos los pensamientos, desde mi cabeza, bajando por el cuello, goteando desde las puntas de mias manos, serpenteando por el estómago y conduciéndose hacia las piernas, como un escalofrío que se desliza hasta los talones y los dedos. noto como si dejara un rastro tras de mí, como la baba de un caracol, aunque sea la ponzoña negra y líquida de mi mente, retorciéndose tras de mí, pero la tierra lo purifica, lo cura y lo absorbe. y en la ausencia de sentimientos y de pensamientos, aparece por sorpresa, la felicidad.