viernes, 20 de abril de 2012
noche de viernes
estar con un amigo, tomar unas cervezas, más cervezas, practicar la antigua costumbre de compartir chistes, encontrarse con las puertas de un bar soñado cerradas, viajar de Tolkien a Burning, una copa, charla intrascendetemente trascendente. y al final, en la intimidad, en la soledad del teclado, del contacto frío del aluminio verde con los labios, una vez más, otra vez más, el beso que se queda en el aire, el abrazo que no encontrará cuerpo que rodear por la mañana. y buscar entre los pliegos de las sábanas una razón para no saltar, para no imitar torpemente a los gorriones, para no encontrarse, de cabeza, con la estupidez suprema.
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2 comentarios:
"del contacto frío del aluminio verde con los labios, una vez más, otra vez más, el beso que se queda en el aire, el abrazo que no encontrará cuerpo que rodear por la mañana"
me gustó eso, qué fácil se pasa a veces de las multitudes a la soledad.
Buena entrda.
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