miércoles, 3 de septiembre de 2008

bertional geographic


Seamus J. Parker es profesor y creador de la rama cientifíca de la filología antropo-sociológica. Esta especialidad estudia cómo el ambiente y el día a día afecta al lenguaje, como en el caso de los inuit que tienen alrededor de quince palabras para designar el color blanco o como en la sociedad americana en que la falta de lectura y el abuso de televisión les reduce el vocabulario, o en caso contrario, cómo el lenguaje afecta a la vida cotidiana.

Este último es el caso de una tribu que el doctor Parker ha descubierto en su último viaje a la polinesia, los minadori, en que un pequeño detalle léxico les condiciona toda la vida. Tienen la misma palabra para designar verdad y realidad: kaa. Algo muy cercano al misticismo oriental. Esto les lleva a no mentir nunca, pues creen que la mentira destruye el mundo. De hecho no tienen una palabra que designe un concepto tan monstruoso y cuando tienen que hacer referencia a ello añaden una partícula negativa a la palbra verdad: es-kaa.

Durante su estancia con los minadori, Seamus ha descubierto otra curiosidad pues el lenguaje también afecta a su religión. Son politeístas y aunque tienen infinidad de dioses menores que rigen sus quehaceres, tienen tres dioses mayores que rigen el mundo: okaanelé, el dios del sol creador de la vida y protector de la isla, tumanelé, el dios de la montaña y amanelé el dios del mar. Tumanelé y amenelé están en guerra desde el principio de los tiempos y se atacan mutuamente. Cuando los ancianos cuentan a los niños lo que es una erupción del volcán lo llaman es-kaa tumanelé, es decir, la destrucción del mundo por el dios de la montaña, y lo que es un sunami es-kaa amanelé. Después de que se produzca una "mentira", okaanelé cuida de la isla y hace surgir de nuevo la vida en ella.

Es lógico que si la mentira provoca semejantes daños, nadie se atreva a pronunciar una.

3 comentarios:

Lostnilwen dijo...

No puede ser que la verdad sea la realidad porque la realidad está interpretada por los ojos de quien la observa que, por lo tanto, la transforma en SU verdad y, por consiguiente, en mentira para los demás que también tienen SU verdad que no coincide con la de los demás. Por lo tanto realidad y mentira son sinónimos, eso tiene sentido. La verdad no existe,es sólo una interpretación de lo que ocurre. La mentira existe desde los orígenes del Universo. Por lo tanto echar la culpa a la mentira de las cosas malas que nos ocurren es ignorar la realidad antropológica del ser humano.

Digo

albert dijo...

"tambien se dice así" (shin chan dixit)

Coral Herrera Gómez dijo...

Super interesante el reportajillo que te has currado... me encanta la antropología y el modo de entender la realidad de otras culturas. un besazo albert!!!