lunes, 23 de febrero de 2009

me abono


le quedan 0 viajes disponibles. me lo dijo una máquina en un autobús. se me antoja que la vida es como un abono transportes en el que no sabemos ni cuántos viajes tenemos ni cuándo caduca. vamos marcando, a veces como inconscientes, a veces por la urgencia de que no se nos queden sin hacer. ahí radica lo hermoso y lo triste de la muerte. hay gente que se va con el billete intacto, aunque se lo dieron entero cuando nacieron, otros que se les acaba por sobreabuso, algunos deciden romperlo antes de tiempo. al final, lo único que nos queda es viajar e ir marcando y agotando nuestro título, hasta que la maquinita de un pitido diferente y nos avise por sorpresa. por si acaso, yo me compré otro abono cuando me bajé del autobús, sólo por si acaso.

miércoles, 11 de febrero de 2009

rencor social

me dice mi masajista que tengo odio hacia el mundo. qué cabrón, con lo que lo escondo y él va y lo descubre tocando mi panza. por días como ayer lo siento. no entiendo que ayer clamores estuviera casi vacío. sí lo entiendo pero mi reacción viene de pensar que cierto tipo de público sería diferente, pero no. ellos creen que son diferentes, pero se mueven con las mismas pautas que la gran masa. me da igual que vayas a ver al cantautor "de moda", al grupo indie "de moda" o cualquier cosa que esté "de moda". al final, resulta que cosas que están fuera de lo común, con un alto y claro nivel de calidad, quedan despoblados porque no están "de moda". pues me dio rabia y lo digo, porque no es bueno que eso se quede dentro así que lo digo en público. ayer el mundo se perdió un gran concierto. y el que crea que sólo lo digo porque yo estaba en el escenario se equivoca. hubiera pasado sin mí de todas maneras y yo debería haberlo visto desde la butaca del espectador y hoy hubiera dicho lo mismo.

domingo, 8 de febrero de 2009

jueves, 5 de febrero de 2009

por soleá

soy músico y el mío en un arte efímero. es dejar huellas en la arena, una arena que las olas se lleva y una huella que el tiempo no borra. soy torpe y el mío es un don que triunfa por la casualidad y no por planificación. soy listo y la mía es una virtud escasa y solo notable por comparación, ni objetiva ni superior, teniendo el mismo mérito que ser alto.