viernes, 19 de octubre de 2018

la manzana en el andén

de un verde brillante, casi al final del andén y casi en el centro. así estaba la manzana. un poco magullada por la caída, seguramente de alguna mochila medio abierta, o de alguna bolsa de plástico muy llena. entera, no es basura, se podría comer. pero está en el suelo, nadie la recoge y nadie se la comerá. demasiado entera para que la echen a la papelera, pero ya ha tocado suelo, no se sabe de dónde viene, ya no es válida para la gente de bien. sólo dos destinos le son posibles: o la escoba del funcionario, o el hambre del mendigo. un acto trivial del destino se convierte en cruel por culpa de todos los ojos de que la miran. y yo paso al lado pero tampoco hago nada.

No hay comentarios: