jueves, 19 de marzo de 2009

el ángel


de camino a santander lo vi. la carretera estaba casi vacía. en un pueblecito a lo lejos divisé la torre de la iglesia y allí estaba. una sombra extraña que tan sólo de lejos se distingue como un ángel porque de cerca sólo se percibe una leve oscuridad borrosa. apoyando una rodilla en el suelo y el codo en la otra y descansando su cabeza sobre ese brazo, diría que con los ojos cerrados. con la otra mano sujeta una gran guadaña cuyos reflejos se confunden con los de la campana de la torre. no observa, sólo siente, atento a la carretera por la que transito. sólo espero que no se mueva. ese ángel, como tantos otros que permanecen como él en otros campanarios, está esperando a sentir a algún hombre cuya muerte esté cerca. entonces, salta de la cornisa en la que permanece normalmente inmóvil y adopta la forma de un pájaro de presa. planea por encima de la carretera y cuando pasa ese hombre que ha presentido, recupera su forma de sombra por un instante imperceptible y entrando en la cabina, sega su vida y el coche se estrella en un accidente que la policía suele calificar de "se durmió al volante, iría hablando por el móvil" o alguna otra excusa para justificar que un vehículo se salga de una recta sin tráfico.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pensaba que hablaba usted de la peli más absurda que he visto en mi vida: Jeepers Creepers, er pajarraco... Luego me he dado cueeeeen de los poético de la cosa.
Por cierto:no he entendido el comentario que ha posicionado en el mío blog...

M