martes, 10 de marzo de 2009

luna nueva, luna vieja


mi amor ya no me quiere, mi amor aún no me quiere, mi amor está lejos, qué cerca está mi amor, oh luna lunera que sólo tú entiendes mis penas...
todos los meses, la luna, que siempre nos mira, tiene que aguantar a miríadas de humanos en todo el mundo que le cuentan cosas, aunque sólo esté a medias, aunque sólo tenga una rayita y algún pintor vuelva a usarla de modelo para pintarle otro arlequín a sus lomos. por eso, el rey de los astros, que no es el sol como muchos ignorantes piensan, si no un sapo que vive en el centro de un lago, en el centro del bosque que está en el centro de una isla que no está en el centro de ningún mapa, le concedió una noche de descanso cuando repartía las tareas celestiales. una noche que se queda a oscuras y nadie la ve. entonces abandona su carita amable, sus ojos en paz y su sonrisa comedida, y se burla de nosotros, nos saca la lengua, nos hace pedorretas infames, pone muecas toda la noche y le saltan lágrimas de risa contenida durante un mes por todos esos poetas tristes, músicos melancólicos, enamorados dolientes. nos insulta con las más ignominiosas blasfemias por no dejarla dormir nunca y atormentarla con peticiones que no puede conceder. ella sólo es la luna, que da vueltas a la tierra, no tiene poderes.
el mundo esa noche descansa porque no la ve, sólo el rey de los astros está despierto, se monta en una hoja de nenúfar y se sube a los cielos. allí se toma su vasito de licor de sol y haciéndole compañía, se ríe con la luna

2 comentarios:

Mini Alf dijo...

OH MY GOD!
¡LA LUNA ES UN BATRACIO!

Mini Alf dijo...

:.)