hoy ha reventado algo enfrente de casa provocando que en el sótano, en uno de los trasteros, brotara agua de las paredes cual fuente milagrosa, con la siguiente alerta. así pues, nos hemos visto alguno o varios representantes de cada piso, (en mi caso no podía haber más de uno) achicando agua, provocando resfriados por mojarse los pies con pantunflas de cuadritos (póngase algo impermeable señora) e intentando salvar pertenencias mojadas. ha sido divertido ver varios comportamientos curiosos. el primero ha sido la discusión sobre fregona o escoba, que ha durado poco bajo la efectividad de la segunda, al menos para quitar lo gordo. a medida que avanzaba la tarde (todo esto ha llevado tres horas) han empezado las conversaciones repetidas. en un principio justificadas por los miembros nuevos de la cuadrilla de desagüe, pero luego se han vuelto cansinas. luego, tras la llegada de la brigada del canal del isabel II, un vecino del edificio de enfrente venía dispuesto a montar la bronca conmigo (ja) diciéndome que por qué habíamos cortado el agua de toda la calle. a lo que le he respondido que yo sólo era un vecino de un inmueble afectado y que si quería, podía traerse una fregona y ayudar y que lamentaba no haber podido avisar con tiempo a toda la calle que se iba a producir un reventón. mientras, bajo tierra, se han renovado un poco las conversaciones pero ha durado poco. finalmente, me he cansado y me he ido a casa. ahora son casi las doce de la noche y hay un señor con un martillo neumático perforando la entrada del edificio dónde vivo. supongo que recibirá la visita del vecino que tan amablemente se ha dirigido a mí, aunque igual este le da con la llave del 15 en la cabeza. en fin, jueves pasado por agua, pero ha servido para conocer a algún vecino que aún no conocía y conocer más a los que me rodean. tengo que decir que vivo en una escalera de frikis (me incluyo) y me encanta.
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