miércoles, 7 de noviembre de 2007

la columna nocturna


ha vuelto a aparecer. pequeño, negro, casi azul, marmóreo, sin olor pero con un ligero sabor metálico. ha empezado en el pecho, pero se mueve. a veces lo siento en la cabeza, a veces en el brazo, pero siempre empieza justo en frente del corazón. aprieta los pulmones y no me deja respirar, pero no ahoga. cuando empieza a faltar el aire, da la falsa impresión de huida para resurgir en otro lado. sólo entonces se nota el rastro de su camino. avanza despacito, como una canción de ali farka touré y del mismo modo, no quieres que termine. al menos te sientes vivo. cuando se queda en la espalda se vuelve caliente, difuso. te quedas sentado con la cabeza ladeada y los ojos medio entornados, pensando en miles de cosas, pero si intentas recordar lo que pensabas no puedes, como el despertar de un sueño del que sólo recuerdas las emociones, pero no el motivo. debería salir de aquí. no le gusta la gente, no le gusta el aire fresco y me dejaría en paz. el problema es no saber si se desea la paz o si ya te ha atrapado.


recomendación musical para poner de fondo

Disco: Savane (Ali Farka Touré)

1 comentario:

Lostnilwen dijo...

Pues casualmente me mandaron la semana pasada una invitación para entrevistar a su hijo y, casualmente también, es la banda sonora de esta semana.

Me alegra que vuelvas a escribir columnas nocturas.