
los científicos están equivocados, en mi opinión. intentan diferenciar al ser humano del resto de los animales buscando capacidades exclusivas del homo sapiens. error enorme. todo lo que un ser humano puede hacer lo puede hacer otra especie en mayor o menor grado (a menudo menor, pero como lo que se busca es una capacidad exclusiva, anula los resultados). a mi modo de ver las cosas (no olvidemos que soy músico) lo único que distingue al humano de las bestias es su interés por mejorar en cosas que son inútiles (al menos a priori). véase cualquier tipo de arte. dirán que algunos chimpancés pueden pintar o que tal especie de ave puede bailar o cantar. pero lo que ningún animal va a hacer, es intentar mejorar sus formas. el ser humano triunfa sobre las demás especies porque intenta mejorar, no porque pueda hacerlo, sino porque tiene voluntad y lo hace. así que te digo a ti, conductor de autobús, que si me ves corriendo hacia la parada, ábreme las puertas, que son las 6 de la mañana y hace frío, que si la parada no es la que me corresponde me jodo, pero el semáforo que está al lado de la marquesina está en rojo y vas solo en el autobús y no hay ni un coche en la calle, que te crees un dios de la noche porque manejas un volante al que tuviste acceso después de estudiar tres meses. pues no eres más que un súper-chimpancé enseñado que no piensa o que ve muy graciosa la adversidad ajena. pues yo esperaré 15 minutos a que pase el siguiente autobús, pero tú te pasarás el resto de tu vida dando círculos como un juguete chino a la ciudad, sentado en una gran caja roja. ¿quién se ríe ahora?
(y que conste que esto es tan sólo un ataque puntual y personal, que adoro a los conductores de autobús que me llevan de vuelta a casa por las noches, que conducen con mimo para que no me duela el cuello cuando bajo en la parada y que se toman su profesión como algo hermoso que les permite vivir. el arte se puede encontrar incluso en el vinilo negro de un volante)
ningún hombre es superior a otro, pero hay algunos que se ponen, sin darse cuenta, por debajo de los demás