jueves, 20 de marzo de 2008

Y volvió el frío de repente


y volvió el frío de repente. cuando ya me había quitado de encima la manta de la soledad y era tan agradable el calor usual del pijama de tu piel. empezó como una brisa, las mejillas se enfriaron y después las orejas. luego fue un viento fuerte y a mí no me gusta ir despeinado. tendré que esperar al sol encogido en un portal.

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