jueves, 13 de marzo de 2008

Leona


A Leona le gustaban los puzzles. Esas cajas misteriosas que contenían cientos de piezas que con esfuerzo alguien conseguía convertir en bonitos paisajes, animales, aviones, ... Una caja con un puzzle podía contener cualquier cosa. Leona pensaba que el universo salió de una caja de puzzle. Así que no fue de extrañar que cuando tuvo los dedos lo suficientemente grandes, cogiera unas tijeras y convirtiera el álbum de fotos familiar en un gigantesco puzzle. Cuando se hizo más fuerte, consiguió una sierra y los muebles de la casa fueron reducidos a partes más pequeñas. Cuando por fin se hizo mayor y adquirió conocimiento, se hizo psicóloga. El único inconveniente es que a Leona sólo le gusta hacer puzzles, nunca supo montar uno.

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